27.7.11

El estado de mi vida amorosa.




Cuando era más chica pensaba que quería morir joven -aunque aun lo hago- no a los 27 como la rock star que no soy, pero si después de los 60. La diferencia cuando era más chica -como si ahora fuera muy grande- era que la vida en sí jamás tuvo ningún sentido, que me la pasaba en un sube y baja emocional que solía tirarme en direcciones opuestas y cambiantes, y que en sí siempre creí que nunca encajaría en el mundo.
Me pase la mayor parte de mi adolescencia con la cabeza enterrada bajo tierra, igual o peor que un avestruz, y cuando la saqué me enamoré y si no me volví demente fue de pura suerte y de que alguna fuerza sobrenatural me dejo los pies pegados a la tierra y no me dejo lanzarme por un barranco. Menos mal que abandoné la fatídica adolescencia porque aunque la mía no fue rebelde ni asolada por una familia rara y disfuncional, si que fue puramente EMOCIONAL y desgarradora.
Quizás por eso tenga tanto miedo de querer a otro que no sea de mi núcleo familiar o mis amigos, otro que me provoqué una avalancha de mariposas en el estómago; porque lo mío es miedo no otra cosa. En este momento no es que no quiera (porque si quiero), es que tengo terror de arriesgarme y esta vez no encontrar esa fuerza que me haga vivir.
Me han gustado otros niños, no es que haya quedado traumada, sólo que esos otros o no eran correspondidos o simplemente después de un rato perdían todo eso fundamental que me gusta en los demás, que ahora justo no sé como explicar...
Soy patética, lo admito, y tengo cero táctica con los minos. Puedo ser la mejor amiga pero no el amor de la vida, eso suele ocurrir en el 90% de los casos, el otro 9% son igual o peores que amebas y en un 1% ha sido correspondido y me duró menos que un candy pero en realidad fue igual o más largo que rezar el rosario. No fue aburrido... fue extendido como un elástico que no tenía nada de ganas de romperse por muy gastado que estuviese.
Obviamente que hay un caso en particular que me ha dejado más marcada y quizás por eso mismo siempre he tenido miedo a que me digan "no estoy ni ahí contigo", pero a estas alturas... que importa que te digan 5 palabras lamentables si a los 60 me voy a arrepentir de no haberle dicho a alguien lo mucho que me gustaba....


No quiero cumplir 59 y recriminarme de manera monumental no haber sido más avispada, menos tímida y algo (harto) menos "pesadita".


Espero que a Amy no le haya pasado eso a sus 27, porque jamás llegará a los 60 para preguntárselo a si misma.




16.7.11

Suerte.


Menos mal que sucedió cuando sólo puedo sentir asombro, cuando un hecho como este sólo puede rozarme y no dejarme knockout como habría pasado hace unos años. Menos mal que paso ahora cuando soy casi inmune, cuando algo como esto sólo me provoca escalofríos y un sin fin de preguntas que nunca nadie va a saber responderme... 

Menos mal que ya no te veo como antes, y que no te tengo un cariño que sobrepasa cualquier límite humano; Menos mal que no siento nada y que puedo asumir cada cosa según como es. Al fin y al cabo, cada cosa sucede por algo y en cada decisión va implícita una serie de consecuencias que tarde o temprano tendremos que asumir. 

Suerte (una que no tengo) que fue justo ahora.





14.7.11



Dijiste, dijiste, dijiste.... dijiste TANTAS cosas.




y?




Necesito desenchufar mi módem de ti...




12.7.11





He marcado mi piel con un dibujo que he sacado de por ahí -del cual me he enamorado- y la he marcado porque he querido, porque lo buscaba desde hace tiempo y porque el momento era el preciso. No es algo al azar, de hecho las esporas que vuelan en dirección a mi cuello son todas esas cosas que están listas para irse, volar de mi vida; mientras que yo y mi diente de león nos limpiamos y esperamos nuevos crecimientos, quizás nuevos brotes, nuevos comienzos. 






3.7.11





Tengo que aprender; aprender de mis errores y de esas pequeñas situaciones que deberían hacerme entrar en razón y comprender a cavalidad que sucede con los otros con respecto a mi. Tengo que aprender a sobrellevar ciertas cosas, a hacerme cargo de mis propios actos y sobretodo a tomar las cosas con calma, sin la gravedad con la que siempre lo hago...

Entonces lo que queda es simplemente: Aprender a:

Desenredar la pesadilla de estos últimos meses.
Superar-te.
Dejar de ser tan insufrible e insoportable.
Relajarme.
Dejar mi mala onda de lado.
Detener las palabras en mi garganta (pensar antes de decir alguna estupidez).


Sé que lo hago (cuando estoy sobria), pero cuando no lo estoy creo que soy capaz de conquistar el mundo y decir todo eso que se me antoja y me guardo por miedo a herir a los demás.... pero es que sin duda hay ciertas personas que no se merecen nada de mi estupidez...



1.7.11

Fin.

Mañana es oficialmente mi último día de clases en la U; mañana es como el fin de todo lo que conozco como la última etapa antes de crecer e internarme a tiempo completo en responsabilidades de "adulta".

Es obvio que no significa crecer de repente, pero significa el fin de 4 años y medio que se me hicieron nada; me reí, madure, lloré, me enojé, decidí sobre un montón de cosas y sobretodo cambie. Un cambio que me gusta (algunos días más que otros). 

Ha sido un proceso con muchísimas más altas que bajas y sobretodo que no fue sola: he sumado personas a mi vida que jamás creí serían TAN ESENCIALES y ridículamente "queribles". Los amigos que vienen de aquí son de esos que mantendré para siempre.

Tengo sentimientos encontrados, cosas que quiero decirle a medio mundo y que no se por donde partir, simplemente porque no es el fin (si eso se refiere a decir adiós), sino que es cerrar un capítulo y mantenerse en la misma línea; en esa en la que estamos cómodos y nos sentimos cuidados. 

Me despido de mi hábitat, de mi lugar por casi 5 años y de mis compañeros (unos sin duda más odiados que otros, pero ¿qué habría sido de mi vida sin la gente indeseable?) y sobretodo a mis amigos, que son los mejores y que ahora no puedo estar más feliz por tenerlos en mi vida.