29.5.11





Recuérdame como la de mal genio, recuérdame,
Recuérdame como la bruja amargada,
Que chillaba y no coqueteaba cuando se necesitaba y...








18.5.11

Nothing is Enough.



Hay tiempos vacíos… de todo o de nada.

Hay pausas eternas y desoladas.

Hay espacios: blancos, negros y algunos grises.

Hay días, noches, inviernos, meses y años.

Y hay una época; siempre una temporada en la que nada -nada de nada-  es suficiente (nothing is enough): Suficiente para luchar, para creer, para mantenerme de pie en la línea total de la vida y la constante respiración.

Juego sucio, tengo cartas de más y a veces de menos. Hago trampas y creo que gano, pero en verdad es un fiasco, todo ha sido una completa estafa a mí misma.

Me digo que no pasa nada, que va todo como deber ir, que el destino es así: predeterminado y constante, que no se equivoca en darme las cosas que me da. Pero después uso mi capacidad y me doy cuenta del engaño: No hay destino cuando no nos queremos hacer uno… y yo, definitivamente no me estoy construyendo uno, sólo estoy tratando de respirar y contándome a mí misma una historia de cuan perfecto y estable esta todo.


ERROR.


El destino no existe (no para mí); lo que sea que mueva todo eso que va a mí alrededor es, porque el mundo no se detiene para que pueda o no explicar cómo no haciendo nada, sucedan acontecimientos de una forma u otra. El punto es simple: estoy en un tiempo muerto, asesinado por mi misma para ser exactos. Tiempo infértil, desechable, odiable y por supuesto –como es la ley de mi vida- absolutamente no reembolsable.