29.3.11



Hay personas que creen más en mi, de lo que yo misma soy capaz de notar. Ven el 100% de lo que soy, mientras que veo un -900% de la real yo. Y me asusta que al ver tanto porcentaje, un día se den cuenta que soy sólo un número, nada más y nada menos. 



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27.3.11


A veces mientras mejor intentas hacer las cosas, es como peor salen. Por eso es quizás deba tratar de intentar, dejar de hacer todo bien, quizás lo abandone todo y me de por no importarme más el resto.


26.3.11



No sé porque, pero estoy enojada. Enojada con el mundo y conmigo.
Si, lo estoy.


y mucho...


24.3.11

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 Y no paro de buscarme mas y doy vueltas y pienso sin parar
y me miro en el espejo despacito,
me analizo y me enfado otra vez conmigo...



Mi estado interior es una catástrofe mayor...


17.3.11



Una cosa sucedió hace dos día mientras viajaba con mi mamá en micro...
Una pareja subió -sin pagar- con un niño de alrededor de dos años de edad. Ella: drogada, ebria y de apariencia agresiva e impulsiva; se veía joven, probablemente unos años más que yo o incluso podría haber tenido mis mismos 22 años, pero el alcohol y las drogas habían ocasionado (aparentemente) que su cuerpo envejeciera de manera sistemática, no lo sé.
Él: me cuesta definirlo, era de esas personas… me parecía que podría robarle a cada una de los que íbamos en el bus, pero eso es un prejuicio y quizás sea o no sea.
El hecho fue que comenzaron a discutir, se gritaban como si estuviesen en su casa (y no es como si les importara mucho), garabatos y algunas palabras que no supe descifrar por la manera en la que hablaban: “Flaytes”, eso eran.
En un momento, en que yo tiritaba (no sé porque), mi mamá me susurró al oído: “Que pena ese pobre bebe”. Allí caí en la cuanta que sólo me había preocupado de la ridícula discusión que estas personas tenían y no en su pequeño hijo que iba sobre la base de los asientos. El corazón se me encogió y me dolió. Tenía una melena clara hasta los hombros y la nariz sucia… En un determinado momento le grito al que creo que era su padre: “cochino culiao”.

Pensé en su futuro, en cómo sería dentro de 4 o 5 años, y que con ese riesgo tenía pocas posibilidades de no ser un delincuente drogadicto como su madre. Sentí varias cosas después de que me bajé de la micro y asimilé lo que sucedió.

¿Qué me queda por hacer?, ¿de qué manera puedes evitar algo que parece inminente?


Más que temor o pena, me sentí estúpida e inútil… ¿Qué cosas estaba haciendo por cambiar el futuro de esas pequeñas personitas en riesgo?



Sólo parece que me miro la nariz el día completo; me fijo en que si me gusta lo que veo cuando me miro en el espejo o en si me aborrezco, me preocupo de la ropa y el maquillaje, de las pinturas de uña y las cremas del pelo. Me preocupo de la banalidad en lugar de ocupar algo de mi tiempo en cambiar eso que me molesta tanto… 



15.3.11



Hay una cosa que me gustaría entender:


Hasta que punto se puede evitar que alguien venga, rompa en pedazos la burbuja y se gane un pedazo de tu corazón sin siquiera tener la opción de dejarle o no hacerlo...





13.3.11





-Dime una cosa de ti que sea una verdad.
-Soy Mirmecofobica.
-¿Cómo es eso?
-Esa es la única verdad sobre mi...




(Tengo terror a las hormigas)


12.3.11



Ninguna cosa que escriba, definirá la manera en la que me siento... porque a la larga, ni yo lo sé.