15.6.10












A veces comprendo porque el mundo me colapsa y me hundo en mis estados raros medios indeseables; unas dos semanas antes de que Andrés Indeseable llegue a mi vida, soy un ogro detestable, verde en su máxima expresión y cascarrabias. Puedo llorar porque llueve y comerme el refrigerador completo si tengo ganas, en esos días se me cruzan los gatos negros y las escaleras, por eso que sinceramente creo que si se trata de ser detestable y mal genio, yo me llevo el premio Limón con todos los votos, dejando a mis competidoras knockout en un segundo. Al fin puedo decir que gano en algo y capaz que me llevo una medalla. Pero el punto fundamental de este estado es que el dolor hace que quiera asesinar a Andrés, sacarme el útero y venderlo en el mercado negro. Así no más, sin pensarlo demasiado. Así que esa es mi resolución para que este estado indeseable no venga a mi vida cada 28 días o cuando se le antoje.

Conste que te avisé, el próximo mes ya no apareces más. Sé bueno en otra que no sea yo. ¿Pagarán bien en el mercado negro por un útero usado?







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