Mientras más te beso, te abrazo, te toco, te siento y me apego a ti en la cama, y busco el espacio tibio en el que duermes; mientras más me hablas, más me escuchas, más te ríes; más me siento entera, sin cortes ni daños, pegada de a poco, a paso extremadamente lento, a salvo en tu lado... no así en el mío. Me deshago y exploto internamente, porque es algo nuevo, casi súbito, casi demencial a veces, casi increíble otras.
Es pánico lo que siento, miedo de quererte tanto que un día no existas y yo tampoco quiera existir. Terror que me impida ver, racionalizar, que me vuelva loca de nuevo, que no quiera intentar y que sabotee todo lo bueno... otra vez.
Eres eso que yo necesito, que me hace falta para volver a ser yo, para ser consciente de que no he dejado de sentir.
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