Escogemos, decidimos, fallamos y
algunas veces acertamos...
Pero a veces hay que analizar que o a
quién escogemos, y de qué manera es como decepcionamos.
El tiempo se lo ha llevado todo y no me
quedan ya esas cosas que al principio parecían importantes y me hacían odiarte
con el alma… no me acuerdo de la “gran pelea” ni menos de los naufragios y
posteriores estragos, como tampoco recuerdo tu voz, tu risa ni tu metida de
pata a fondo.
Supongo que una vez, y mirado todo desde
este punto ya nada parece ser tan importante ni lógico. Pero lo cierto es que
aunque no recuerde ninguna de aquellas cosas, hay algo que si recuerdo como si
fuera una alerta constante: la confianza se ha desaparecido como por arte de
magia (sin nada de magia) y el nosotros junto con ella No sé si puedo creer, ni
menos si puedo apostar sobre seguro en algo en lo que ya fui fallada con
anterioridad… puedo?